A la una te miré,
a las dos te empecé a amar,
a las tres te pude hablar
y a las cuatro te adoré;
a las cinco me ausenté,
y a las seis ya no te vi.
Cuando a las siete volví
halle tu cariño escaso.
Tuve a las ocho un fracaso,
a las nueve huí de ti.
Vinieron las diez, ¡ay de mí!
un amor que era de bronce
se desvaneció a las once;
y a las doce me dormí.
Esta versión esta mas entera que la publicada en la entrada del 2/5/2010 A la una te miré
AL DECIR DEL CENCERRO
-
¿Cuántas veces el cencerro
jue música sedutora
y en la noche hasta la aurora
un fiel amigo de fierro?
Lo digo sin miedo al yerro
que con él, hasta ca...
Hace 1 semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario