Oro en bruto viene a ser
el hombre de más talento,
si no le da pulimento
el amor de una mujer.
Cuando salí de mi casa
espinas salté y abrojos,
sólo por venir a ver
al corazón de mis ojos.
En el jardín de mi pecho,
sembré de todos tamaños
unas cuantas esperanzas...
¡y nacieron desengaños!
Si tu madre te pregunta
que si me quieres a mí,
di con la boca que no,
con el corazón que sí.
CON RIGOR
-
Pegó el pingo una escarciada
sacándomé del sosiego
en que cái tras el reniego
ayá en la “Esquina de Andrada”.
¿Diánde, mi boca cayada
s’iba a quedar ...
Hace 1 semana

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