Conté los peces del mar,
todos los maices y trigos,
todos ellos son testigos
y los que estaban mirando,
seguí adelante contando
de cien mil años los días,
los minutos que tenían
saque la cuenta cabal...
¡Lo que no pude contar
fueron las desdichas mías!
Conté
en la Historia
Sagrada
todos
los santos varones,
conté todas
las naciones
que
Dios hizo de la nada,
conté las varas
cuadradas
que
todo el mundo tenía,
los animales que habían
pastiando
y sin pastiar...
¡Lo
que no pude contar
fueron
las desdichas mías!
Los astros del firmamento
los conté una noche oscura,
conté, y es cosa segura
las variaciones del tiempo,
conté las leguas que el viento
a cada hora recorría,
y conté la geografía
toda clase de animal...
¡Lo que no pude contar
fueron las desdichas mías!
Conté
todos los vivientes
mujeres,
chicos y grandes,
conté todos los
caudales
del
palacio del Oriente,
y, en un
día solamente,
conté en la
sabiduría
las doncellas
que vivían
en estado virginal...
¡Lo
que no pude contar
fueron
las desdichas mías!
DE "ORO NATIVO" de Mario A. Lopez Osornio
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