Aquí me pongo a cantar
debajo de este membrillo,
a ver si puedo alcanzar
las astas de aquel novillo.
Si este novillo me mata
no me entierren en sagrado,
entierrenme en campo verde
donde me pise el ganado.
En la cabecera pongan
un letrero colorado,
y en el letrero que diga:
aquí murió un desgraciado.
No ha muerto de tabardillo
ni de puntada al costado,
sino por hombre valiente
que lo mato un toro bravo.
Las cuartetas anteriores forman un compuesto o argumento. Este tipo de composiciones deriva del romance criollo y narran sucesos de repercusión colectiva (batallas, riñas accidentes, crímenes), hechos reales o imaginarios, episodios de apariencia autobiográfica, situaciones equivocas o fabulas, casi siempre con alguna intención ética, moralizante o ideológica expresada al final. Se los cantaba por cifra o milonga, utilizándose la sucesión de cuartetas en los mas antiguos y décimas en los mas modernos. Versiones de este compuesto se han registrado también en España, Portugal y distintos países de América. Hay una cuarteta similar a la segunda del compuesto anterior que la tradición popular atribuye al payador Santos Vega:
El día que yo me muera
no me entierren en sagrado,
Entierrenme en campo verde,
donde me pise el ganado.
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