Nace el sol en el oriente
ostentando por emblema
una soberbia diadema
de rojo fuego en su frente;
al ver en su luz esplendente
brillando en el firmamento,
despliega el ave en el viento
sus plumas tornasoladas,
y con alegres tonadas
celebra su nacimiento.
Nace en el tallo la rosa,
lozana, arrogante y bella,
esparciendo en torno de ella
su fragancia deliciosa;
al ver esta flor hermosa
mecerse a impulso del viento,
llego el picaflor atento
y dice al ir a besarla,
que viene a felicitarla
por su feliz nacimiento.
Nace la humilde avecita
en su miserable nido,
que sus padres han tejido
de pluma y hoja marchita;
con alegría infinita
vuela la madre al momento,
y al volver con el sustento
para el desnudo pichón,
con una alegre canción
celebra su nacimiento.
Nace la niña preciosa
en cuyo rostro se hermanan
las bellezas que engalanan
al ave, al sol y a la rosa;
al contemplar a la hermosa
siente el poeta al momento
brotar en su pensamiento
un raudal de poesía,
para saludar el día
de tan feliz nacimiento.
Este es un cantar en décimas de aplicación ceremonial, específicamente para nacimientos, que generalmente se cantaba por estilo.
Dedicado a mi hijita Pilar que nació ayer.
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